Frederick M. Brown/Getty Images; Jordan Strauss/Getty Images; Frazer Harrison/Getty Images
Como se los dijimos la semana pasada, Liam Hemsworth y Josh Hutcherson han sido oficialmente contratados para el elenco de The Hunger Games.
De hecho, Lionsgate anunció ayer que el guapísimo Hemsworth interpretará a Gale Hawthorne, el compañero de caza del personaje de Jennifer Lawrence, Katniss. Hutcherson será Peeta Mellark.
Con seguridad ambos son visualmente atractivos, pero ¿podrán convertir a esta franquicia en algo tan exitoso como por ejemplo, Crepúsculo?
Claro que sí, si es que el público se los permite.
Miren, sólo porque Hemsworth es mucho mayor que Gale en los libros, no quiere decir que no puede hacer bien el papel. Además Hawthorne, ¿lo hará bien como el ágil e independiente experto en exploración (todo lo contrario al panadero que debía ser Peeta)? A eso hay que añadir que Hemsworth es de Australia, donde la cerveza, los reptiles y tiburones son comunes en la formación de los muchachos. Esto sin recordar que ha sobrevivido a dos relaciones con Miley Cyrus.
Ahora, se dice que Los Cyrus son los nuevos Lohans. Cada vez que alguno de ellos siente algo, debe compartirlo en el programa The View. Y Liam es ahora miembro de esa familia y de eso precisamente trata Hunger Games, mirar a las personas batallando por sus vidas en la televisión.
Pero en el pasado Liam se cansó de ser el muñeco de Miley, y por eso terminó la relación con ella. Este no es un chico que se juega el camino fácil sólo para seguir ascendiendo en los titulares y obtener buenos papeles.
Cosa que Gale sí haría, de ser una estrella de cine.
En cuanto al Peeta que hará Hutcherson, no tenemos más que alabar al chico que colaboró con la nominación de Annette Bening al Oscar por The Kids Are All Right.
Lo tiene todo: Es guapo pero no tanto, es joven pero tiene aires de madurez.
Estamos seguros que a pesar de todas estas cosas, muchos de ustedes están todavía alterados con las noticias sobre la adaptación al cine de esta famosa novela.
Cuando se tranquilicen piénsenlo de nuevo. No es tan mala idea ¿O si?
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