Definitivamente Christina Aguilera no está pasando por un buen momento… Luego del fracaso de su disco Bionic y su divorcio, una seguidilla de situaciones adversas para la cantante y actriz han hecho que la intérprete de Elastic Love se entregue a la bebida.
Según publicó la revista US Weekly, Xtina “está fuera de control con la bebida” y no quiere escuchar a nadie que le advierta de que va por el mal camino. El considerable aumento de peso y sus actitudes “groseras”, así lo evidencian. De hecho, cuando los miembros de su equipo profesional intentaron hablar con ella, “Christina amenazó con despedir a todo el mundo”, según relata Europapress.
Hace poco Avril Lavigne señaló que luego de los Brit Awards fue a saludar a Christina y esta no le estrechó la mano en un ataque de superioridad y malcriadez.
“Sus amigos están hartos. Nadie puede acercarse a ella. Piensan que está hecha un desastre y su ego está fuera de control”, continuó explicando esta fuente citada por Us Weekly.
Además de olvidar parte de la letra del himno estadounidense en el Super Bowl, y las elevadas exigencias que tuvo con los productores de los Grammys para que accediera a compartir el escenario con otras cantantes, recientemente organizó una fiesta y antes de que llegaran sus invitados ya estaba pasada de tragos.
Sus amigos más cercanos aseguran que esta descontrolada conducta se debe a su relación con Matthew Rutler, quien no tiene buena reputación y al parecer induce a Christina para que tenga este tipo de conductas.
Esperemos que pronto Xtina vuelva a recobrar la disciplina que la caracterizaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario