Katy Perry, la misma que actualmente se divierte con sus vestuarios alocados, cantando polémicas letras y alborotando a todos con su presencia explicó a Vanity Fair que “no tuvo infancia”.Según la intérprete de Teenage Dreams, sus padres no le leían otro libro que la Biblia, ni le dejaban escuchar otra música que no fuese religiosa. Así, consiguió que sus amigos le prestaran CDs a escondidas, y empezó a crecer por sí misma… Y a convertirse en la explosiva Katy que hoy todos conocemos.
“Coexistimos. Ya no trato de cambiarles, y no creo que ellos traten de cambiarme a mí. Aceptamos nuestras diferencias”, explicó la cantante acerca de su familia.
Ahora Katy tiene un marido hinduista, saltó a la fama con un himno sobre experiencias homosexuales y está dispuesta a “entrar en contacto con diferentes culturas y personas, y sus opiniones y perspectivas”.
Sabe que seguirá haciendo lo que le provoque sin preocuparse por lo que digan de ella. Si supo salir de su entorno y llevar una vida totalmente opuesta, ahora no se preocupa “por lo que digan de su relación o su abultado pecho”.
Katy está feliz por el momento que está viviendo y por eso sigue trabajando muy fuerte. “La fama es efímera, así que mi trabajo es incansable”.
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